Bajo la advocación de San Nicolás de Tolentino, este convento se encontraba situado en la actual acera de Recoletos, esquina con la calle del Perú. Ya en 1808 quedó maltrecho, aun así sigue ocupado y se repara en 1823. La fatidica desamortización decimonónica hizó que pasara a manos privadas y se convirtiera en fábrica hasta que en 1891 se construyeron las casas que aún persisten en la actualidad.
Estas son las casa que ocupan el solar del desaparecido convento, edificadas en 1891 han conseguido llegar hasta nuestros dias (por lo menos las fachadas, estos dias hay mucha controversia con las fachadas y fachadismos de Valladolid). Esta zona de la ciudad, la Acera de Recoletos, debió ser un paseo muy bello, primero hasta las invasiones napoleónicas, y despues a finales del siglo XIX, cuando la ciudad se fue expandiendo por esa zona levantando bellos edificios decimonónicos. Bueno, algo nos ha llegado...
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