Construida por la cofradia del mismo nombre que se encontraba al cuidado de enfermos contagiosos, allá por finales del siglo XVI. Su salvación de la piqueta ha sido milagrosa porque, entre otros, el "fabuloso" plan Cort de "modernización" de la ciudad preveía su desaparición en favor de una calle que llegase de la plaza del Ochavo hasta la de San Pablo. Diferentes disputas entre Ayuntamiento, Arzobispado y Cofradía dieron al traste con el ansia municipal destructivo de aquellos años.
De todas formas y aunque no venga demasiado a cuento, no me cansaré de despotricar contra semejante atentado de plan urbanístico (el de D. Cesar Cort), lo realizado y buena parte de sus ideas calaron hondamente y generaron buena parte de la ciudad que conocemos y su concepción urbanística actual. Uno de los pocos aspectos positivos que tenía era la creación de una nueva ciudad-jardín de viviendas unifamiliares con arboledas y vegetación justo al otro lado del Pisuerga, en lo que hoy es Huerta del Rey; pero por desgracia nunca se llevó a cabo y se olvidó, creandose decadas después el barrio que hoy conocemos y sobre el que otro día opinaré. De momento contemplen como se encuentra esta iglesia y abochórnense del lamentable estado que luce la calle donde se emplaza, a jucicio de los viajeros del siglo XVII una de las más bellas de Europa y de una escenografía ejemplar.
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