Que Miguel Iscar fue un gran alcalde de Valladolid casi nadie lo discute, pero también tuvo sus acciones de piqueta contra el patrimonio. Esta iglesia ha llegado hasta nosotros tristemente mutilada debido a la destrucción en 1879 del viejo ayuntamiento renacentista y a la construcción del actual. Al necesitar más anchura la calle en que se encuentra y su nuevo alineamiento se decidió derribar uno de los tramos de la nave y construir el adefesio de fachada que persiste en la actualidad. En la foto podemos adivinar, detras del viejo ayuntamiento, la fachada original de la iglesia.
De esta guisa la podemos contemplar tras el recorte de parte de la iglesia a finales del siglo XIX y la no tan antigua peatonalización del entorno de la Plaza Mayor. Me repito cuando digo que no hay que juzgar el patrimonio que tenemos solamente por su exterior, hay que entrar en estos edificios para ver en muchos casos, como la verdadera riqueza artística se encuentra en su interior, como en este caso.
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