Donde se venera la imagen de nuestra patrona, la virgen de San Lorenzo. El edificio actual es un adefesio fruto de la especulación y la piqueta demoledora de nuestros políticos. Derribada a finales de los años 60, este esperpento se terminó a mediados de los 70. Solamente se han salvado de las garras destructivas especuladoras la torre, el atrio y la portada clasicista. Aquí la podemos ver en su elegancia original, más o menos como la observaban nuestros convecinos de 1773.
Con esta imagen comparamos mejor el "regalo" que nuestros paisanos le dedicaron en los años 60, para, de paso, sacar unas buenas plusvalías. Así, la iglesia pasa casi totalmente desapercibida entre los viandantes, de no ser por su torre. Y no hablemos del pavor que da entrar. Sé que nada se puede hacer nada por la fechoría cometida pero seguro que nuestros políticos podrían impedir otros atentados contra nuestro maltratado patrimonio.
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