Qué mejor sitio para situar este edificio que anexo a la propia Universidad, en la calle librería, a continuación de la actual Universidad. Un edificio para albergar maleantes que cometían sus fechorías mientras estudiaban en nuestra ciudad. Ya se sabe que la picaresca en nuestra querida España siempre ha estado presente.
Actualmente la cárcel ha desaparecido pero, por fortuna, la universidad no. Con tantos estudiantes, hacer carrera ya no es lo que era, ni se organizan toros a su finalización.
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