En el último tercio del siglo XIX Valladolid se estaba expandiendo hacia el sur, más alla de la actual calle Miguel Iscar y la Plaza de España. Para ello se fueron derribando algunos conventos y edificaciones que existían en esta zona que poco a poco iré comentando. Así se hizo con este convento de monjas en 1882, se encontraba en la acera de Recoletos, esquina con la actual calle de Colmenares (por algo se llamaría así) y se abría hacia el Campo Grande. Solo nos resta el recuerdo, aquí vemos su sobría fachada.
Dando un paseo por la Acera de Recoletos podemos admirar algunos buenos ejemplos de edificios de viviendas de finales del siglo XIX, como estos situados en los terrenos del citado conventos de Jesús y María, que por suerte nos han llegado y se han ido restaurando en los últimos años. Aún falta de adecentar alguno y siempre tenemos algún edificio de los años 60-70-80 que nos estropea el conjunto (sino no viviriamos en Valladolid).
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